El único Supremo de Cultivo Corporal en los Nueve Reinos, traicionado miserablemente por su amigo cercano Li Yunfei, muere y su dao se desvanece. Por una coincidencia, su alma se mantiene intacta y, de manera inesperada, desciende al cuerpo moribundo del discípulo Xiao Chen de la secta Lingyun. Renacido, Xiao Chen no solo resucita, sino que también despierta un talento supremo y jura recuperar todo lo que le pertenece, caminando su propio camino divino con la identidad de ‘El Supremo de los Cielos’.